Unai Rivas Campo es Vasco, hincha de Racing y otras cosas que no le dejan decir. Argentino por decisión. Llegó al país en 2003 y nunca más se fue. Es psicólogo por la Universidad de Deusto y tiene un postgrado en Gestión por la Universidad Complutense de Madrid al que se anotó por error y terminó cursando borracho.
En la Argentina se formó en terapia familiar y psicodrama. Trabaja en su casa, detesta las vacaciones. Fue alumno del taller de Alberto Laiseca y algo aprendió. Escribe poesía porque entendió que antes de contar tenía que aprender a decir. A partir de entonces empezó a leer en lugares, a participar en antologías y todas esas cosas que un poeta promedio suele hacer en el circuito under de Buenos Aires.
Fundó el Grupo de La Boca: una corriente cultural que busca que la escritura, la lectura y la escucha de poemas dejen de ser algo para unos pocos. Desde hace más de cinco años forma parte de la organización de Cross en La Boca, una fecha de poesía donde el público es el protagonista.
Hace más o menos cuatro años publicó su primer libro de poemas Angel Sucio. Los libros se vendieron en un mes. Pero cometió el error de editarse a sí mismo y se gastó el dinero de la segunda edición en fiestas, cenas y fernet. También escribió una obra de teatro: La paraguaya, que se estrenó en Espacio 33. Ha publicado en varias revistas que pueden encontrar si buscan su nombre en Google.
Tiene un canal de YouTube para molestar a los Libertarios. A principios del año 2022 fue uno de los ganadores del primer Festival Poesía Ya realizado en el Centro Cultural Kirchner.
Actualmente organiza una mesa en el Centro Cultural Haroldo Conti sobre poesía y vanguardia. Es miembro de la comisión de Derechos Humanos del Centro PEN.
Alguna vez tuvo que aprender a vivir con un cuchillo clavado en el estómago, pero hoy está en paz. Todavía no perdió las ganas de ver el mundo arder. |