Dos datos curiosos sobre Bolaño
Publicado: Lun Dic 04, 2023 6:31 pm
Dos hechos curiosos sobre Bolaño:
Nunca terminó la secundaria y por lo tanto tampoco inició estudios superiores. Fue desde su adolescencia un lector voraz, que leía desde literatura mexicana y thriller policiales hasta obras clásicas. Durante esta época fue un asiduo visitante de las bibliotecas públicas de la capital mexicana. Aquí se comenzó a gestar su carrera literaria.
En Chile fue detenido en noviembre de 1973, en un autobús, cuando se dirigía desde el poblado de Los Ángeles hacia Concepción para visitar a un amigo. Fue liberado ocho días después gracias a la ayuda de un antiguo compañero de estudios en Cauquenes, que se encontraba entre los policías que debían custodiarlo. En esta experiencia se basa su cuento "Detectives", publicado en su libro Llamadas telefónicas. Luego de esta experiencia, decidió abandonar su país natal, no visitándolo sino hasta 25 años más tarde.
De lo que deduzco: no se escribe con un título de Letras, no se escribe por hacer talleres ni por ser un ávido lector de clásicos. ¡Mis amigos: se escribe con el culo en la silla, con el diccionario y aprendiendo gramática, con las tripas (sobre todo): esas emociones que nos cachetean como látigos y que no podemos obviar ni soslayar. Se escribe con las ideologías de uno, con los fracasos, con las penas. Se escribe con la compañía de otros libros que no fueron leídos sino devorados, masticados, amados, sobados hasta la enfermedad. Y se escribe con la muerte, a pesar de todos los peligros, sea quién sea el vigilante de turno y con toda la osadía de la que unos pobres huesos son capaces. Con la inteligencia, se escribe; con la voluntad. Con la acidez de alguien que mira de costado y el compromiso del que está metido hasta las bolas. Se escribe con el corazón, en fin, y con la panza vacía y con la panza llena!
Eso era Roberto Bolaño. Así escribía.
Por eso lo leo y trato, como un oscuro Salieri de la literatura, parecerme a la zuela de sus zapatos.
Nunca terminó la secundaria y por lo tanto tampoco inició estudios superiores. Fue desde su adolescencia un lector voraz, que leía desde literatura mexicana y thriller policiales hasta obras clásicas. Durante esta época fue un asiduo visitante de las bibliotecas públicas de la capital mexicana. Aquí se comenzó a gestar su carrera literaria.
En Chile fue detenido en noviembre de 1973, en un autobús, cuando se dirigía desde el poblado de Los Ángeles hacia Concepción para visitar a un amigo. Fue liberado ocho días después gracias a la ayuda de un antiguo compañero de estudios en Cauquenes, que se encontraba entre los policías que debían custodiarlo. En esta experiencia se basa su cuento "Detectives", publicado en su libro Llamadas telefónicas. Luego de esta experiencia, decidió abandonar su país natal, no visitándolo sino hasta 25 años más tarde.
De lo que deduzco: no se escribe con un título de Letras, no se escribe por hacer talleres ni por ser un ávido lector de clásicos. ¡Mis amigos: se escribe con el culo en la silla, con el diccionario y aprendiendo gramática, con las tripas (sobre todo): esas emociones que nos cachetean como látigos y que no podemos obviar ni soslayar. Se escribe con las ideologías de uno, con los fracasos, con las penas. Se escribe con la compañía de otros libros que no fueron leídos sino devorados, masticados, amados, sobados hasta la enfermedad. Y se escribe con la muerte, a pesar de todos los peligros, sea quién sea el vigilante de turno y con toda la osadía de la que unos pobres huesos son capaces. Con la inteligencia, se escribe; con la voluntad. Con la acidez de alguien que mira de costado y el compromiso del que está metido hasta las bolas. Se escribe con el corazón, en fin, y con la panza vacía y con la panza llena!
Eso era Roberto Bolaño. Así escribía.
Por eso lo leo y trato, como un oscuro Salieri de la literatura, parecerme a la zuela de sus zapatos.