$ 18000 / Cuentos
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Lo inexorable
Catrina, Pelona, Parca son algunos términos que usamos para hablar de la muerte. Porque el solo hecho de decir su nombre, parece convocarla; nos acerca a la idea del fin y con ella, a cierto espanto. Lorena Hidalgo, por el contrario, nos hace ver frente a frente en cada cuento este espectro innombrable y sus aristas; su costado villano, pero también humorístico, equívoco, que sin embargo tanto tememos.
Dice Hidalgo: «Es un tema que me obsesiona, la muerte, la trascendencia y lo sobrenatural.»
Así, estos cuentos abordan diferentes formas de morir, rondan la muerte, sus consecuencias y los temores que infunde: Un malentendido que nos deja bajo tierra, la espera interminable de nuestro asesino, la crueldad disfrazada de inocencia en un almuerzo familiar son solo algunas de las formas en que puede visitarnos La Parca; y estos cuentos, sin disfraces ni eufemismos, se meten de lleno en esos resquicios con que la mente oculta el hecho invariable de que tenemos fecha de caducidad.
¿Cómo nos encontrará? ¿Qué estaremos haciendo? ¿Podremos volver? Estas preguntas válidas, no tienen respuestas unívocas, pero la imaginación de Lorena Hidalgo es capaz de transfigurarlas en historias, de darles vida como una forma de escapar, por un instante, a la idea, a la existencia de la finitud. GRACIELA SCARLATTO
Así escribe: "Acabo de ver a un fantasma, Bea, y no sos vos.
Ojalá lo fueras. Hace unos días que siento algo que
ronda. Ayer, en nuestra cama, las sábanas se corrieron
solas y las piernas me quedaron al aire. Suerte que
uso esas medias horribles que me tejiste; si no, se me
congelaban las patas. Ahí está. ¿La ves? Es una sombra
en el pasillo. Está sonriendo. Qué rara esa mueca. ¿Y si
fuera un fantasma? Qué va a ser, si no. Ni los chorros
me visitan. Tenés razón: hoy estoy más senil que de
costumbre. Los ochenta me pesan. Mejor preparo el
mate. Afuera hace un frío de locos; acá podría estar
mejor. ¿Viste que las pantuflas se me rompieron? Tuve
que comprar estas. Sí, son feas, pero combinan con la
bata de las termas. ¿Te acordás de las termas, vieja?
Yo quería afanarme la bata y vos insististe en pagarla.
Qué costumbre la tuya. Pará. Me pongo los dientes y
vamos a la cocina. Ahora arrastro los pies, vieja. No me
retes. La cocina está oscura. También le falta..." / LORENA HIDALGO nació en Mar del Plata. Es narradora, diseñadora gráfica y artista visual. Socia de la Fundación La Balandra, ha participado de clínicas y talleres literarios, entre ellos los de Sebastián Grimberg y Graciela Scarlatto. Su narrativa describe un arco que va del suspenso al fantástico. Tiene dos novelas inéditas y, en la actualidad, trabaja en su próxima colección de cuentos. |