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$ 25000 / Cuentos
Mañana será muy tarde

Conversar con el autor / Una mujer se detiene en la ruta para ayudar a unos patitos; un músico conoce a una vendedora de pulseras en la plaza; un hombre con ansias de contemplar una carneada en el campo; dos chicos, que empiezan a descubrir el deseo, visitan un cementerio. Los contextos son múltiples, también las atmósferas, sin embargo, detrás de cada relato, late algo dispuesto a saltarnos a la cara: lo siniestro. No importa si esa mujer estaba llena de buenas intenciones, si el amor crecía al ritmo de los tambores africanos entre el músico y la vendedora, tampoco si había cierta ingenuidad en el hombre que visita la estancia o candor en los niños que pedalean, a través del campo, hacia el cementerio. No importa. La ayuda en apariencia desinteresada, el vínculo amoroso, la curiosidad o el descubrimiento del deseo, avanzarán por un callejón donde no encontraremos más que oscuridad; una oscuridad que quizá nos provoque tanto rechazo como atracción. Ese, entre otros, es uno de los logros de Vilar en este libro: llevarnos de la mano a zonas que tanto nos atraen como nos repelen. Y lo hace con soltura. Con una escritura que, en pocos trazos, sin necesidad de adornos, construye atmósfera y clima. Una de las características que hablan de un buen cuento es que, tiempo después de haberlo leído, aún perdura en nosotros. Eso pasa con varios de los relatos que integran este libro. SEBASTIÁN GRIMBERG.

Publicado en la colección "Cielo de claraboyas", dirigida por Agustina Bazterrica, Mariano Quirós y Sebastián Grimberg.

En PREVENTA hasta el 10/12.
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Así escribe: "Despierta con el brazo de Shuba rodeándole el cuello. La piel negra brilla en la penumbra. Siente su respiración leve, el murmullo que parece repetir cuando está entredormida. Tarda en levantarse; trata de no despertarla. Mira su cuerpo desnudo y se pregunta cuándo empezó todo. La conoció en una plaza, donde los inmigrantes ilegales se juntan a vender artesanías o a fumar marihuana. Ella vendía pulseras sobre una manta, sentada en el piso. Los brazos cubiertos de brazaletes y de argollas; los músculos pequeños, pero bien torneados; los dedos largos y finos. Un cuerpo que se forjó en la sabana, al abrazo del calor. El fuego, el llamado “caliente de África”, el gran misterio de Shuba." / FEDERICO VILAR nació en Gualeguaychú, en 1981, y vive actualmente en La Plata. Publicó en diversas revistas literarias y en antologías como: Nuevas Narrativas Argentinas (Clásica y Moderna, 2010), Goce (Dunken, 2016) y Dos Orillas (Editorial Municipal de Parana, 2022). Es productor radial y también realiza reseñas de libros para su canal El Señalador. Mañana será muy tarde es su primer libro de cuentos.
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$ 25000 / Relatos
Tragar sin masticar

Darle al pico, listo el pollo, la piel de judas, metele pata, como bola sin manija. Las voces de Alberto Fernández San Juan tienen un efecto que gatilla dentro nuestro, en lo profundo. Su narrativa transmite contenido, -subjetivo, social, existencial- pero también establece contacto con el lector por la cadencia interna de su prosa, por esa manera reconocida en que hablan sus personajes, que es única y a la vez universal. Sus maneras pintan en nuestra mente una familia, un barrio, maneras de vivir y de ver el mundo; irradian sentido y nos transportan a un zaguán o a un porche, a una plaza o a una iglesia, una oficina, un tren o un tranvía.

Los lugares en estas historias son cercanos: familias en sus casas, en ese barrio o pueblo chico. Pero como toda buena literatura, lo que sucede dentro aparece vagamente ladeado e incorrecto. El drama de la vida, tratado con impertinencia y desfachatez, hace que estos cuentos nos interpelen. Alberto Fernández San Juan subvierte lo cotidiano volviéndolo inquietante y extraordinario. Entonces una madre abandona a sus hijos; las viejas son decrépitas y los chicos impertinentes. Claro que esa hilaridad sardónica -con aires de Copi, Manuel Puig, Aurora Venturini- encubre una visión seria de las cosas, donde lo más humillante y espantoso está, pero sin que nos demos cuenta.

Como ese trago amargo y vivificante al mismo tiempo, estos cuentos, reconfortan y nos vuelve más empáticos con la tragedia del mundo.

Laura Galarza
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Así escribe: "Desde las mesas vecinas, parecen turnarse algunas de mis viejas compañeras de curso para venir a saludarme. Vienen cargando algún bebé, o con chicos a la rastra. Me dicen dos pavadas y se vuelven a su mesa enseguida. Las tres marías ya tienen organizada su mesa como un clan familiar autónomo. Cuando me estoy convenciendo de que armaron esta mesa para mí sola, veo que se aproximan Coca y Graciela, vestidas casi iguales, sobrias, sin colores estridentes, apenas maquilladas. Parecen contentas de verme. No bien se sientan, empiezan a hacerme preguntas que me descolocan: si me casé, si me separé, si tengo novio, si tengo hijos, si me gusta alguien de la fiesta. El interrogatorio de “Revista Hola” se interrumpe cuando, siempre torpe, se abalanza sobre la mesa Guillito, el traga del curso. Habla hasta por los codos; no se le entiende nada. Las chicas aprovechan para hacerle el cuestionario amoroso. Quedan dos sillas vacías. Cuando el animador da la orden de sentarse, estas se ocupan. Una de las recién llegadas es Marcela. A la otra no la reconozco enseguida. Cuando me saluda con apatía, me doy cuenta de que es la que llegó en quinto año. Marcela está tal como la recuerdo: enérgica, suave, lejana. Me saluda como si apenas me conociera. Pensar que éramos inseparables las tres, hasta que Silvana y yo nos fuimos a estudiar... " / ALBERTO FERNÁNDEZ SAN JUAN es escritor, actor, dramaturgo y director teatral. Obtuvo la Beca Familia Podestá en 1996. Como narrador, se formó con Sandra Russo, Guillermo Saccomanno y Hebe Uhart. Publicó "Mal llevados" (Paradiso, relatos, 2019) y "Más vale una oración que una lágrima" (Paradiso, novela, 2022). Como dramaturgo es autor de "Lunamante", "Garras de seda" y "Buenas y Santas". Participó de las antologías "Letras desde el encierro" de PEN Internacional Puerto Rico y "Así vivimos", de PEN autores latinoamericanos.
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$ 25000 / Relatos
Madreselvas

Las voces que arrullan, narran, cantan en español son muy variadas, pero pocas alcanzan el brillo, la agudeza y la nostalgia de la prosa de Rubis Camacho, multipremiada escritora (narradora y poeta) de Puerto Rico. Nos enorgullece publicar su libro Madreselvas, del que Germán López Díez ha dicho:

"El cuento adquiere rango de género óptimo en la escritura de Rubis Camacho. Así lo advertimos en el 2010, cuando publicó sus Cuentos Traidores y El fraile confabulado.

En esta ocasión -con la misma intensidad descriptiva- desangra en una veintena de relatos el mítico concepto de "madre", y pone ante nuestros ojos la crueldad que puede suponer la misteriosa y cuasisagrada relación con la que nos concibe. Madreselvas es la mirada valiente que enfrenta a la Medea de todos los tiempos, en un lenguaje de gran belleza, imaginación y dominio de los elementos fundamentales de la mejor cuentística hispanoamericana."
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Así escribe: " Monté el caballito, colocado en dirección a la playa. El viento salado le despeinó la cola, que ahora se esparcía como una abundante bandera de rojos y anaranjados. Tragué arena y mi caballo comió caracolillos blancos. A lo lejos, se dispersó el rizo de la bruma, y el azul del cielo fue una pizarra intervenida por manchones de nubes que se desplazaban lentamente. Unas garzas retorcieron sus graznidos en el recodo de una ola. Las patas de mi caballo crecieron a cada paso, y bajo mis nalgas se alzaron unos músculos impetuosos. De pronto, yo era un hombre en coturnos, espada en cinto, y escudo que colgaba de un costado de mi bestia. A grandes zancadas salvábamos la orilla de la playa en dirección a un farallón. Procuré que las patas de mi animal no se lastimaran con ningún madero húmedo de los perdidos en las arenas. Mi cabello era tan largo como el del caballero de la serie de televisión que veía mi tío. Las mechas aleteaban sobre mis orejas en un acompasado baile con el trote. Una princesa enamorada, de vaporosos vestidos, esperaba en la prisión de una torre. Mis muslos eran fuertes y ya no tenían marcas, mi estómago enfrentaba con poder el embate de la armadura, mis enormes manos controlaban las bridas y mi rostro, descubierto por las yemas de mis dedos, era un pedazo de carne de admirables proporciones.Monté el caballito, colocado en dirección a la playa. El viento salado le despeinó la cola, que ahora se esparcía como una abundante bandera de rojos y anaranjados. Tragué arena y mi caballo comió caracolillos blancos. A lo lejos, se dispersó el rizo de la bruma, y el azul del cielo fue una pizarra intervenida por manchones de nubes que se desplazaban lentamente. Unas garzas retorcieron sus graznidos en el recodo de una ola. Las patas de mi caballo crecieron a cada paso, y bajo mis nalgas se alzaron unos músculos impetuosos. De pronto, yo era un hombre en coturnos, espada en cinto, y escudo que colgaba de un costado de mi bestia. A grandes zancadas salvábamos la orilla de la playa en dirección a un farallón. Procuré que las patas de mi animal no se lastimaran con ningún madero húmedo de los perdidos en las arenas. Mi cabello era tan largo como el del caballero de la serie de televisión que veía mi tío. Las mechas aleteaban sobre mis orejas en un acompasado baile con el trote. Una princesa enamorada, de vaporosos vestidos, esperaba en la prisión de una torre. Mis muslos eran fuertes y ya no tenían marcas, mi estómago enfrentaba con poder el embate de la armadura, mis enormes manos controlaban las bridas y mi rostro, descubierto por las yemas de mis dedos, era un pedazo de carne de admirables proporciones... " / RUBIS CAMACHO (1959) Puerto Rico. Escritora, abo-gada, profesora universitaria. Ha publicado: Cuentos Traidores (Relatos, 2010), El fraile confabulado (Relatos, 2011), Sara: la historia cierta (Novela, 2012), Safo: ritual de la tristeza (Novela, 2015), Tu rostro en la memoria (Novela, 2019), Cu-riculum Vitae (Poesía, 2021), Agapimú (Proyecto de poesía erótica, 2021), Cuando mira la medusa (Poesía, 2022), Alejo es mi nombre de amor (Poesía, 2022), Los cien cantos de Safo (Poesía, 2022), Las parábolas del fraile (Relatos, 2024). Su obra ha sido premiada por la Dirección General de la Mujer en Madrid, el Ateneo Puertorriqueño, el Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Post Antillano, la Universidad Politécnica de Puerto Rico, la Revista Atramentun y el PEN de Puerto Rico Internacional, entre otros.
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